Uderzo nació en Normandía, al poco de trasladarse allí sus padres desde Italia. Tomó su nombre del pueblo italiano de Oderzo (anteriormente llamado Uderzo), de donde procedía su familia. De niño soñaba con convertirse en mecánico de aviones, a pesar de su talento artístico a muy corta edad. Nació daltónico, y con dos dedos extra, que le fueron extirpados quirúrgicamente. Su vista ha mejorado mucho desde entonces.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el joven Uderzo abandonó París y pasó un año en Bretaña, al oeste de Francia, trabajando en una granja y ayudando con el negocio de muebles de su padre. Muchos años después, cuando Goscinny dejó la decisión de ubicar la aldea de Astérix en sus manos, Uderzo eligió rápidamente Bretaña.
Tras la guerra, inició una exitosa carrera como dibujante en París, creando personajes como Flamberge y Clopinard, un hombrecillo de una sola pierna que siempre triunfa contra todo pronóstico. Entre 1947 y 1948 crea otros cómics, como Belloy y Arys Buck. En 1950, dibujó varios episodios del personaje de origen británico Capitán Marvel Jr. para la revista Bravo!.
Con Goscinny
Tras unos cuantos años de otras creaciones y viajes, conoció a René Goscinny en 1951, haciéndose amigos rápidamente, y decidiendo colaborar juntos en la nueva oficina parisina de la compañía belga World Press en 1952. Su primera creación fue Jehan Pistolet. En 1958 comienzan su trabajo en Oumpah-pah (que duraría hasta 1962), así como algunas otras series. En 1959 Goscinny y Uderzo se convierten en editor y director artístico, respectivamente, de la nueva revista Pilote, dirigida a niños mayores. En el primer número aparecía por primera vez Astérix en el mercado francés, siendo un inmediato éxito.
Inicialmente se trata de un serial más dentro de Pilote, pero en 1961 se publicó el primer álbum autónomo, Astérix el Galo. Para 1967, el cómic se había hecho tan popular que sus autores decidieron dedicarse en exclusiva a él, produciendo unos dos álbumes al año. Tras la muerte de Goscinny en 1977, Uderzo se hizo cargo además del guión, lo que hizo que la producción se hiciera mucho más lenta, aproximadamente un álbum cada cuatro años.
El 27 de Diciembre del 2010, la delegación de hacienda de Francia consideró que Uderzo no era coautor de las obras de Asterix y que por ello, deberá pagar unos 200.000 euros por los 24 títulos de Asterix y Obelix donde figura solo su firma.
Familia
a href=”http://www.victorvelezsaenz.com/wordpress/?attachment_id=3465″ rel=”attachment wp-att-3465″>De acuerdo con El Libro de Asterix el Galo, se especuló que Uderzo basó los personajes Falbalá y Zazá en Ada y Sylvie respectivamente, aunque fue desmentido por Uderzo. Cuando Uderzo vendió su parte de Éditions Albert René a Hachette Livre, Sylvie le acusó en una columna del diario Le Monde, que con esa acción era “como si las puertas de la villa gala se hubieran abierto al Imperio Romano”. Sylvie posee el 40% de Éditions Albert René, mientras que el 60% restante, previamente perteneciente a Uderzo y a la hija de Goscinny, lo posee actualmente Hachette Livre.2
El cómic ¡El cielo se nos cae encima! fue dedicado a su hermano, Bruno Uderzo (1920–2004).
Polémica con Unix
La editorial propiedad de Uderzo, Les Éditions Albert René, denunció ante la justicia alemana el uso por parte de ciertas compañías informáticas de nombres terminados en “ix” (habitual en compañías que trabajan con variantes de Unix), ya que consideraban que estaban dañando sus marcas “Astérix” y “Obélix”.3
Premios
Caballero de la Legión de Honor, en 1985.
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Esta noticia la tomé del blog
PAPEL EN BLANCO
Bienvenidos al mundo de la Literatura
La hija de Uderzo le acusa de traicionar a Astérix por permitir continuaciones
Paolo Fava
16 de enero de 2009 | 00:01
Esta semana tuvimos la noticia de que Albert Uderzo, quien con René Goscinny creara los álbumes de Astérix el galo en 1959, accedía a que se continuaran a publicar historias del personaje tras su muerte. Y en el país vecino todos se alegraron mucho al pensar que sus míticos héroes sobrevivirían a sus creadores de carne y hueso. ¿Todos? No, una irreductible editora cree que Uderzo se debería llevar a Astérix a la tumba. Y no es otra que su hija (real) Sylvie Uderzo, que carga contra él en una carta enviada a Le Monde.
Me veo obligada a entrar en lucha contra los que son, quizás, los peores enemigos de Astérix: los hombres de la industria y las finanzas. Los que han empujado a mi padre a renegar de todos los valores en los que me ha educado: la independencia, la fraternidad, la convivencia y la resistencia… Este primer acto de victoria sobre los irreductibles galos es el único escenario que nunca nos pudimos imaginar… Como si los personajes de Detritus o algún otro Accidentrix hubieran entrado en el pueblo, hubieran visto al jefe, Albert, mi padre, y hubieran vencido… ¡Como si hubieran obtenido que las puertas del pueblo se abrieran al imperio!
Para entender el enfado de Sylvie Uderzo hay que contextualizar lo que ha ocurrido. Albert Uderzo ha accedido a vender su 40% de la sociedad que gestiona los derechos de Astérix a la editorial Hachette, quien también ha comprado el 20% perteneciente a Anne Goscinny, hija de René. Con lo cual Hachette se encuentra en mayoría frente a la tercera propietaria… la propia Silvie Uderzo.
Os lo digo, la cuestión aquí no es la de una historia de conflicto familiar agitada como un trapo rojo frente a los ojos del toro, pero más bien de una manipulación destinada a cambiar el curso natural de la vida y la supervivencia de una obra artística. ¡Obra única que apartiene al patrimonio nacional y de la que estoy orgullosa! Me pelearé entonces, no conta mi padre, sino para preservar todo lo qe ha hecho, todo lo que le ha animado: ¡Su obra imaginada a cuatro manos con René Goscinny!
Cuando leo que mi padre ha aceptado que un editor desarrolle los álbumes de Astérix después de él, incluso con él vivo, es la triste confirmación de lo que temía desde hace meses. Sé que el hombre ha rendido sus armas frente a una caterva de consejeros a los que le gustaba sin embargo caricaturizar. ¡Porque el planeta BD sabe desde siempre que la intención de Albert Uderzo ha sido siempre la de hacer como Hergé: después de él no debían aparecer nuevos álbumes firmados por otros autores! ¡Y todo el asunto se ha ido al garete!
He respetado la errática sintaxis, la ensalada de exclamaciones y el tropel de referencias axterisíacas del original para dar cuenta con honestidad de la indignación acalorada que anima a Sylvie Uderzo. ¿Podemos sospechar que se trata básicamente de una rabieta mercantil por los suculentos royalties de la marca Astérix o hay un fundamento real en decir que las continuaciones vulneran un proyecto artístico? Tomemos a consideración los casos de las continuaciones apócrifas de Los Miserables o Drácula.
Pero quizás Sylvie Uderzo tenga razón al temer a las corporaciones, gente torpe y mezquina sin sentido del arte. Imaginaros, por ejemplo, que los nuevos dueños deciden que lo de galos aporreando romanos ya no va a vender, que hay que introducir cambios arriesgados. Por ejemplo, no sé, una locura… ¡una nave espacial aterriza en medio del poblado! ¡Y esta llena de… de superhéroes! ¡Que tienen que enfrentarse a los robots del espacio que han caído en el campamento romano! ¡Y de paso ridiculizamos los cómics americanos y japoneses mientras reivindicamos lo patrio! Sería una verdadera pesadilla, ¿verdad?
Espera. Eso ya ha ocurrido. Se llamó ¡El cielo se nos cae encima!, se publicó en 2005 y lo firmaba André Uderzo. Con la total complacencia de Sylvie Uderzo. ¿Veis la foto que ilustra el post? Fue tomada durante la presentación de ese álbum. Sylvie es la rubia de la derecha, la que mira a Albert con gesto de kaporal. Así que me perdone si le digo que se rasga las vestiduras un poco tarde. El límite lo cruzaron ellos mismos hace cuatro años.
Por cierto, en honor a los cincuenta años de Astérix saldrá un nuevo álbum este año. Ojalá Tutatis sea clemente con nosotros.
Via | Le Monde
Más Información | ¿Astérix sin Uderzo? en la Cárcel de Papel
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• Uderzo y la madre de todas las batallas
• El fisco francés pide 203.000 euros a Uderzo porque no le considera “autor” de Astérix